A lo largo de la historia, el ser humano ha tenido que enfrentarse a múltiples desafíos que amenazaban nuestras vidas. Es de esta forma, como el organismo humano se ha ido programando con mecanismos y estrategias de supervivencia hasta el estado actual. Por lo tanto, nuestros sistemas están altamente preparados para actuar ante cualquier factor amenazante que pone en riesgo nuestras vidas.
Hoy siento la ocasión de explicar cómo el cuerpo actúa ante ciertos factores que el organismo detecta como peligrosos. Para ello, tendría que comenzar hablando de las últimas y más nuevas disciplinas dentro de la medicina, como es la Psiconeuroinmunología (PNI).
La PNI fue descubierta hace muy poquitos años (1975) por un inmunólogo y un psicólogo que planteaban la idea de que todos los sistemas de organismo estaban interconectados de forma natural. La psiconeuroinmunología se basa en el estudio de los factores estresantes que afectan a todos los sistemas del organismo arrastrándonos de forma directa a una patología o a un tipo de conducta determinada. Además, la PNI expone una medicina integrativa para recuperar el equilibrio de nuevo.
Ante ciertos factores de peligro nuestros sistemas se intercomunican para tratar de protegernos
Estos sistemas son el sistema neurológico/psicológico, inmunológico y hormonal.
¿Cómo podría saber si mi organismo se está enfrentando a un peligro?
Si tienes síntomas como lo que destaco aquí debajo, tu organismo podría estar vivenciando una situación de peligro constante.
Desequilibrios hormonales, síndrome premenstrual, cambios de humor, dolor de cabeza, cansancio, problemas digestivos, inflamaciones e infecciones constantes, caída del cabello, uñas quebradizas, dolor articular, etc.
¿A qué le llamamos situaciones de peligro?
A través de nuestros sentidos podemos captar todo tipo de estímulos, tanto físicos como posibles interpretaciones mentales de lo que sucede fuera. Por lo tanto, nuestro organismo se activa tanto en peligros reales como imaginarios.
Puede ser la agresión de una persona, el ataque de un oso, un accidente de coche, el insulto del vecino o el miedo a no llegar a fin de mes. Cada una de estas situaciones son un motivo justificable para que el sistema nervioso y el sistema inmunológico se activen generando una respuesta de estrés y de inflamación.
¿Cómo actúa nuestro organismo en estas situaciones de estrés?
Inflamarnos de forma rápida y eficaz no nos generaría un problema, sino una solución a algo que podría ser amenazante en un momento específico. Cuando esto es así, las estrategias inteligentes que el organismo tiene programadas, nos salvan la vida. El problema está cuando son muchas situaciones que nos amenazan de forma constante en nuestros días.
En este mecanismo de supervivencia por parte de nuestros sistemas, hay una liberación de hormonas y de sustancias inflamatorias que podrían defendernos de cualquier invasión microbiana. Pero si los factores de peligro están permanentes en nuestra vida, nuestro organismo no puede volver a la calma, por lo que podrían causar una enfermedad a largo plazo.
Cuando nuestra vida está llena de problemas y nuestros pensamientos negativos nos inundan el cerebro de la hormona cortisol (hormona del estrés), esto puede generar una enfermedad en un futuro, pero la raíz de todo esto, es una inflamación crónica por problemas con la resolución de nuestros conflictos.
¿Qué está en nuestra mano para combatir el estrés?
No se tata de combatir el estrés. El estrés permite ver qué situaciones nos afectan y ponerle un remedio positivo.
Está claro que la vida no es fácil para nadie porque es una escuela donde se aprende a ser la mejor versión de un@ mism@ cada día. Pero tomar conciencia en la importancia que tiene la calidad de nuestros pensamientos, podría ayudarnos a obtener más recursos en épocas difíciles.
Mis amorosas recomendaciones
Es muy importante buscar un entorno saludable para mantenernos en salud, con energía y optimismo, a lo largo de nuestra vida. Me parece esencial buscar recursos que podrían ayudarnos a salir fortalecid@s en los momentos más difíciles.
Para ello, necesitamos vernos como seres holísticos, porque no solamente somos un cuerpo físico, si no que, ¡tenemos más capas que una cebolla!
Debemos de cuidar todos nuestros planos (alimentación, entorno, hábitos, escenarios en los que vivimos, pensamientos, interpretaciones, etc).
En el siguiente artículo te daré pautas para mejorar tu calidad de vida desde una visión integrativa, no te lo pierdas!
Encarni Rodríguez
Naturópata y experta en PNIa
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